lunes, 15 de noviembre de 2010

La libertad me enseñó

Si hay algo que más agradezco a mis progenitores, esos dos seres que más admiro sobre la Tierra, es que me enseñaron los caminos y a transitarlos, pero me dieron la libertad de discernir entre ellos. Gracias a esa independencia, que alguna vez confundí con soledad, pude desarrollarme naturalmente, sin necesidad de recurrir a excesos.

Era yo, alguna vez, una niña inquieta, de extremada nobleza y sensibilidad. Pero desde muy pequeña conocí el mundo, tal cual; un mundo que debemos asumir, no con la idea de que todo tendrá siempre un final feliz cual típica telenovela o del cual yo era la protagonista de la historia, un mundo que era compartido y del que debía diferenciarme. Desde ese instante, que aún recuerdo con nostalgia por las remembranzas de mis abuelos, aprendí que Papa Noel no era más que un cuento, que Barney sólo era un muñeco que me enseñaba a insertarme en la educada sociedad y que el Chavo, definitivamente, no podía ser tan cretino. Esa niña de extremada sensibilidad persiste, debo admitirlo; pero sobrevive con un blindaje de acero, el cual es capaz de resistir cualquier ataque gris de terceros.

Desde pequeña, llenaba los álbumes de figuritas; no tanto por el contenido de éstos, principalmente era por el esfuerzo que el llenarlos conllevaba. Me sentía con mucho poder con una moneda de un sol; la emoción que sentía cuando me ganaba una, por un buen desempeño, era abrumadora. La libertad me enseñó que si quieres conseguir algo, tienes que ir a buscarlo; queda a tu albedrío el decidir cómo quieres conseguirlo. 

Quien realmente me conoce, sabe que le busco cinco pies al gato, que no me dejo llevar por el halardear de otros, que la injusticia me molesta demasiado, que detesto la prensa escandalizante, que si me hablan mal y no contesto es para no perder los papeles, que la música es mi deleite natural, que me encanta el amor de Sartre y Beauvoir, que los libros de autoayuda no son de mi mayor predilección; que el mar es lo que me hace sentir más vital y que tal cual soy, me gusto y acepto.

Me gusta estar presente y sentirme lejos, vivir al máximo y morir un poco, ver la muchedumbre y mirar en mi interior, escuchar lo más estúpido y reírme de ello, cantar y desencantar con mi canto; gritar cuando estoy lejos y volar cuando desaparezco. Definitivamente, la libertad nos hace más humanos.

Gracias a la libertad soy la persona de hoy: con defectos, virtudes, aptitudes y actitudes. Puede que a muchos no les guste mi forma de ser, pero eso la verdad no me importa; no me gusta vivir de las apariencias y piensen bien o mal de mí seguiré siendo yo: una persona especial e irreverente, alegre y renegona, fastidiosa y encantadora; querida por algunos e indiferente para otros.

Gracias a la libertad, pude decidir qué es lo que haré y lo que desharé. Cuando concluya lo que me he propuesto, podré convertirme en el "cisne" que siempre quise ser; pero de todas formas, seguiré siendo distinta: yo.

Sólo quise contar lo que en el día estuve pensando.

Comparto con uds. una canción que me recuerda mucho a mi niñez y mucho más, una canción del genial Fito Páez.






3 comentarios:

  1. La libertad que nos dieron nuestros padres, es una libertad que nos corresponde, porque sencillamente somo seres libres, debemos aprender de nuestras experiencias(pero obviamente si eres pequeño en edad, los padres siempre deben supervisar lo que hacemos).
    También quería decirte, que los libros de autoayuda no necesariamente son malos, aunque prefiero leer otra clase de libros, obras,etc. hay algunos de autoayuda que si son entretenidos!!! bueno son pocos pero existen, aunque sea para pasar el ratito.....

    ResponderEliminar
  2. oww:D:D
    me enkanto. tu reflexion^^
    y si comparto eso k la libertad es uno de los done mas preciados.. k no la dieron nuestros padres .. y porsupuesto diosito^^

    yo tbmm lccionaba figuritasss
    ahh i crei en papanoel asta mm 10 años kreoooooooo

    amita ya no vives una novela mexicana ahora en un dorama^^

    tkm nunkk kambies^^

    ResponderEliminar
  3. le lindo lo que dijiste, me hizo recortadar mi niñez y que bueno que no pierdas esos sueño, por que muchas personas, lo pierden. en el poco tiempo que te conosco creo que eres una mujer de hierro,

    ResponderEliminar